martes, 18 de junio de 2013

    Federico Errazuriz 


La Fusión a estas alturas estaba descompuesta, sólo necesitaba una chispa para estallar y esta chispa vino del conflicto de la enseñanza. Abdón Cifuentes, como ministro de instrucción publica, estaba embarcado en la misión de hacer aprobar la ley de libertad de exámenes. Esta ley beneficiaría a las escuelas privadas (mayoritariamente católicas), las cuales podrían hacer el examen de ingreso a las universidades en su propio colegio y no ante los profesores del Instituto Nacional, como era hasta entonces.
Promulgada la ley, se produjo un grave enfrentamiento entre el ministro y el rector del Instituto Nacional Diego Barros Arana (de tendencia liberal). Los enemigos del rector causaron desórdenes dentro del instituto logrando su destitución siendo nombrado en su lugar Camilo Cobo. Se nombró a Barros Arana delegado de instrucción media, pero el gobierno bicéfalo del instituto causó aun más desórdenes dentro del plantel que terminaron con la renuncia del nuevo rector (ya renunciado del ministerio).
Errázuriz censuró esto y terminó con el cargo de delegado de instrucción media, dejando automáticamente a Barros Arana sin puesto en el instituto. Su ira y la de sus partidarios se dirigió al ministro de instrucción, y se organizó un asalto contra su casa, el cual fue repelido felizmente por fuerzas de la policía a último minuto...
Indignados por este asalto, y por la participación de liberales en ella, el partido conservador permitió que Cifuentes renunciara. Errázuriz lo reemplazó por el liberal José María Barceló. No quedaban conservadores en el
gabinete, la fusión estaba muerta.

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